La fauna de las islas Malvinas no
es de enorme variedad, ya que se concentra principalmente en las áreas de
costa. Allí cetáceos como ballenas, delfines y orcas, y pinnípedos como focas,
leones, elefantes y lobos marinos hacen de las zonas costeras del archipiélago
su hogar.
También hay gran abundancia de
moluscos, krill, medusas, crustáceos y fauna ictícola, como ostras y almejas;
así como gran variedad de peces, como el pámpano, la polacra, la merluza de
cola, el abadejo, el pez raya o la brótola del sur.
En cuanto a las aves destacan, de
las no voladoras, los pingüinos, de hasta cuatro especies diferentes, como el
pingüino de penachos amarillos. En cuanto a las aves voladoras existe una gran
variedad: gaviotas, avutardas, cormoranes, caranchos, palomas, petreles, patos
y gansos.
Los mamíferos terrestres no
destacan en estas islas. Los únicos reconocidos como autóctonos de la región,
subespecies de cánidos, como el zorro de las Malvinas o guará, se extinguieron
durante la segunda mitad del siglo XIX tras considerarlos plaga para la
ganadería de aquel entonces.
Estos son algunos de los animales
de las islas Malvinas más representativos:
Carancho negro (Phalcoboenus
australis)
El carancho negro habita
únicamente en el extremo austral de América del Sur. Es un ave de alrededor de
60 centímetros y un peso de algo más de 1 kilo. En cuanto a sus colores, son
prácticamente castaños por todo el cuerpo, a excepción del pecho, vientre y
garganta, donde lucen líneas de colores blanquecinos.
De carácter agresivo y voraz, se
trata de un ave carroñera que acecha las colonias de pingüinos. No obstante,
además de buscar carroña, también es común verle atacando ovejas de poca edad o
que muestran alguna discapacidad, así como pichones de pingüinos.
Pingüino de penacho amarillo
(Eudyptes chrysocome)
Aunque el pingüino de penacho
amarillo es básicamente blanco y negro, luce unas plumas amarillas en las cejas
sobre sus ojos rojos, lo que le da esa apariencia tan especial. Su peso oscila
los 3 kilos y los 55 centímetros de longitud, convirtiéndole en el más pequeño
de los pingüinos crestados.
De comportamiento social, esta
especie vive emparejada y se alimenta de krill, pescados, moluscos, plancton y
crustáceos. No obstante, su población está catalogada como vulnerable debido al
descenso de hasta un 24% en el número de ejemplares en los últimos 30 años.
Por último, se debe destacar que
las islas Malvinas no son solo el hogar de esta especie de pingüinos, sino que
aquí también conviven otras especies como el pingüino papúa, pingüino real y
pingüino magallánico, las cuales llegan a crear enormes colonias de hasta más
de 10.000 individuos.
Págalo pardo o skúa grande
(Stercorarius skua)
El págalo pardo o skúa grande
destaca, en primer lugar, por su enorme tamaño, alrededor de 1,5 kg de peso,
1,5 metros de envergadura y casi 60 cm de longitud. En cuanto a sus colores, es
básicamente marrón oscuro y con un pico gris y ganchudo.
Se caracteriza también por su
agresividad y oportunismo. El págalo pardo es un gran depredador de vuelo lento
que se alimenta de peces y especímenes de otras especies de aves marinas de
corta edad. Asimismo, aprovecha la oportunidad siempre que le es posible para
robar las presas a otras aves.
Casi toda su vida se la pasa en
alta mar, aprovechando el asentamiento en tierra solo en época de cría. Un dato
curioso es que en esta época podemos escucharlos emitir un sonido parecido a un
ladrido, durante el resto de las épocas es muy silencioso.
Ballena franca austral (Eubalaena
australis)
La ballena franca austral, común
del hemisferio sur, concretamente en los océanos Atlántico, Pacífico Sur e
Índico Sur, es un descomunal cetáceo de aproximadamente 15 metros de longitud y
40 toneladas de peso que se alimenta básicamente de krill.
Un rasgo físico particular de la
especie se centra en la presencia de callosidades en su cabeza. Además, como
dato curioso, los machos de ballena franca austral tienen los órganos sexuales
de mayor tamaño en comparación a todo el reino animal, pudiendo llegar a pesar
525 kilos cada uno.
Desgraciadamente, como muchas
otras especies de cetáceos, esta ballena barbuda se encuentra en peligro de
extinción como causa de la caza indiscriminada y su vulnerabilidad: nado lento
y gran tamaño.
Esta ballena no es la única que
podemos encontrar en las aguas que rodean estas islas, sino que también
coexisten otras especies como la ballena azul, la ballena jorobada, la ballena
boba o rorcual del norte, e incluso las orcas.